Ser un referente en el ámbito cristiano empresarial, capacitando a empresarios para lograr un equilibrio entre su crecimiento espiritual y financiero, alineado con principios divinos.
Perfeccionar a empresarios cristianos, ayudándoles a alcanzar su propósito divino a través de formación, mentorías y recursos enfocados en el desarrollo espiritual y financiero.
Brindar acompañamiento integral, ofreciendo herramientas y recursos basados en principios bíblicos para asegurar un crecimiento equilibrado y próspero en todas las áreas de la vida.
Es un Mentor Internacional del ámbito Espiritual y Empresarial cuya misión es «Perfeccionar a Empresarios Cristianos, conforme al propósito divino, con enfoque al crecimiento Espiritual y Financiero» según Efesios 4:11-13, Deuteronomio 28:1-12, Isaías 61:6, Apocalipsis 5:9-10.
Antonio Apablaza sostiene una licenciatura, Master y Doctorado en Ministerio Bíblico, además, de estudios universitarios en Coaching Organizacional, Marketing Digital y en Administración de Negocios (MBA).
Su visión es ser un referente apostólico y profético para el mundo cristiano empresarial.
Antonio Apablaza ofrece una propuesta única en el mercado al combinar espiritualidad, propósito divino y éxito empresarial.
Antonio Apablaza ofrece una propuesta única en el mercado al combinar espiritualidad, propósito divino y éxito empresarial.
Cursos de crecimiento espiritual y financiero, alineado al propósito divino.
Asesorías y herramientas personalizadas basadas en principios bíblicos y profesionales.
Conferencias dinámicas y edificantes a pedido.
Recursos online diseñados para el crecimiento espiritual y Financiero.
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En esta sección, encontrarás respuestas a las preguntas más comunes sobre el cristianismo y las finanzas. Nos enfocamos en ofrecerte una perspectiva bíblica que te ayude a manejar tu dinero de manera sabia, equilibrada y alineada con los principios divinos. Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en contactarnos.
No, el dinero en sí mismo no es un pecado. La clave está en cómo lo obtenemos y cómo lo manejamos. La Biblia nos enseña que el amor al dinero puede ser la raíz de muchos males (1 Timoteo 6:10), pero tenerlo de manera justa y utilizarlo para el bien es lo que importa.
La Biblia enseña principios de administración responsable del dinero. Debemos ser buenos mayordomos de lo que Dios nos ha dado (Mateo 25:14-30), dar generosamente (2 Corintios 9:7), evitar el endeudamiento excesivo (Proverbios 22:7), y poner a Dios como prioridad en nuestras finanzas.
La Biblia no promete riquezas materiales, pero sí asegura que Dios proveerá lo que necesitamos (Filipenses 4:19). La prosperidad bíblica está más centrada en tener una vida plena y equilibrada, buscando primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33).
No es incorrecto ser rico si se obtiene la riqueza de manera justa y se utiliza para los propósitos de Dios. La clave es no dejar que el dinero controle nuestra vida y ser generosos con lo que tenemos, ayudando a los necesitados (1 Timoteo 6:17-19).
El equilibrio se encuentra poniendo a Dios en el centro de todas nuestras decisiones, incluyendo las financieras. A medida que prosperamos, debemos recordar que la verdadera riqueza viene de seguir los principios de Dios, no de acumular riquezas materiales (Mateo 6:19-21).
El diezmo es una práctica de obediencia y gratitud hacia Dios. Aunque los impuestos se pagan al gobierno, el diezmo es un acto de fe, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él (Malaquías 3:10). Diezmar no solo apoya la obra de la iglesia, sino que también es una manera de mantenernos humildes y agradecidos.